25 de febrero de 2021
Después de recortes juntas, cuevas praderas y cientos de templos toca el momento de disfrutar de lo que en España llamamos turismo de «sol y playa». Desde Siem Reap volamos a Puket en el sur de nuestra querida Tailandia (ya echábamos de menos el sawadee y el pad Tai).
Estábamos deseando de tumbarnos en la toalla y pasar horas en la playa tostando os al sol como los lagartos y que lo máximo que hubiera que pensar fuera si nos apetecía mariscada para cenar o no. Aún así decidimos recorrer muchas islas.
En Ko PhiPhi disfrutamos de la fiesta y más de uno se hizo algún tatuaje a Bamboo ejem ejem… Hicimos un tur por las islas de alrededor y fuimos a la playa de la película ‘La playa’ de Leonardo di Caprio. Aunque no pudimos parar en ella porque la cerraron debido a la cantidad inmensa de turismo que recibió tras el boom de la película lo cual acabo dañando la calidad de la misma. También estuvimos nadando con tiburones. Si ya se que suena peligroso pero los tiburones median unos 1m de largo aún así su mirada hacia y la posibilidad de que te pegaran un buen mordisco estaba allí. A continuación nos adentramos en una laguna escondida en la isla, parecía que estuviésemos en el paraíso. Otro atardecer maravilloso desde el mar y por la noche descubrimos lo que es el plancton bioluminiscente que se estimula con el movimiento en el agua y brilla como pequeñas bombillas.
Nuestra próxima aventura nos esperaba en Ko Tao para lo que tuvimos que transportarnos en un ferri- cama (el único medio de transporte que nos quedaba por probar). En Ko Tao tuvimos el placer de adentrarnos en el maravilloso mundo subacuático convirtiéndonos en Open Water (algunos yendo un paso más allá). Morenas, rayas, peces globo, peces leon…y para finalizar un tiburón ballena de unos 10m paso delante de nuestras narices casi rozandonos con su cola.
Fuimos tremendamente afortunados de verlo pues hay gente que se pasa la vida buscándolos y éste nos encontró a nosotros. Por último cerramos nuestro viaje juntos con la «Halvmoon party» en Ko Phangan» una fiesta de música electrónica que se celebra con motivo de la media luna (como su nombre indica) donde acuden cientos de personas cada mes.
Después de esto el grupo se dispersó y volvimos al hogar con nuestras familias para celebrar la Navidad pero con las miras puestas en volver a Noruega a seguir trabajando, consiguiendo objetivos, disfrutando y aprendiendo.