15 de julio de 2021
Cuando se mudó a Noruega para trabajar como enfermera, metió su equipaje en su furgoneta y comenzó sola su ruta por carretera a través de Europa. Nadie puede acusar a Lucía de ser miedosa.
– Estaba nerviosa, pero totalmente decidida a hacerlo – sonríe Lucía. – Ya sabes lo que dicen: es mejor arrepentirte de algo que has hecho, que arrepentirte toda tu vida de algo que no hiciste.
Dicho y hecho. Lucía, de 23 años, dijo adiós a su familia y amigos en Coruña (Galicia) y condujo rumbo a su nueva vida como enfermera en Bergen.
De Francia a Dinamarca
Tras visitar a un amigo en Hondarribia (una ciudad cerca de la frontera entre España y Francia), se dirigió hacia el norte. Tres días después de haber salido de su casa, despertó en Francia.
-Ahí me di cuenta de que el viaje realmente había comenzado – dice.
Recorrió Francia por la costa oeste; desde la zona surfera de Hossegor, a través de los viñedos de Bordeaux y hasta la ciudad de Les Sables-d’Olonne, para continuar hacia Bretaña y Lille.
-Me encanta el mar- dice Lucía – y eso influyó en mi ruta. Aparcaba la furgoneta en playas o acantilados cerca del mar siempre que podría, y me dormía escuchando las olas.
Después cruzó la frontera con Bélgica y luego llegó Amsterdam, donde celebraban una fiesta nacional, el llamado Koningsdag.
-Fue una experiencia increíble -sonríe. – Las calles estaban llenas de personas vestidas de color naranja, los canales repletos de barcos y DJ’s famosos pincharon durante toda la noche. Era una gran fiesta, casi como en los tiempos de antes de la pandemia.
Tras una parada en Bremen (Alemania) y en las ciudades danesas de Århus y Aalborg, Lucía llegó por fin a Hirtshals, desde donde cogió el ferry hasta Bergen.
-Tras 3 semanas en la furgoneta, estaba lista para llegar a Bergen e incorporarme a mi puesto de trabajo en Ecura Care – dice. – El inicio de mi aventura en el extranjero no podría haber tenido un mejor comienzo.
La ciudad entre las siete montañas
Lucía vive ahora en Bergen, en una casa junto a otras dos enfermeras españolas que también trabajan para Ecura Care, y está muy a gusto.
-Estoy muy contenta. Tanto la supervisora del centro de trabajo como los compañeros me recibieron genial, y los pacientes son muy amables. Tengo más tiempo para dedicar a los pacientes del que tenía en España, y es algo que valoro mucho.
Lucía trabajó en un hospital en Coruña durante 2 años tras terminar la carrera, y tiene experiencia en cuidados intensivos, medicina interna y pediatría. Una de sus compañeras había trabajado en Noruega con Ecura Care, y le habló muy bien de su experiencia.
-Me dijo que no tuviera miedo y que probara suerte. ¡Y eso hice!
Lucía empezó el curso de noruego que hay que hacer antes de ir a Noruega, y se dio cuenta enseguida de que aprender un nuevo idioma exigía trabajo duro y dedicación.
-Pero teníamos mucha ayuda – nos cuenta. – Los profesores de Ecura Care son increíbles. Son muy atentos con los estudiantes, motivan y enseñan tanto a escribir como a hablar noruego. Yo creo que todo el mundo puede aprender un nuevo idioma si de verdad quieren.
Tras solo un mes en Noruega, Lucía nota que su idioma ya ha mejorado mucho.
-La parte técnica del trabajo de enfermería la conozco bien, así que a partir de ahora dedicaré mi tiempo a mejorar el idioma aún más. ¡Noruega está siendo realmente la aventura que esperaba, y estoy deseando ver lo que está por venir!