8 de julio de 2024

Patricia ha recomendado trabajar en Ecura Care a tantas personas de su ciudad natal, que se encuentra con vecinos de su casa en las calles de Noruega.

– Somos tantos enfermeros españoles en Bergen que me siento como en casa – sonríe. – ¡Nos divertimos mucho juntos!

Antes incluso de comenzar la carrera de enfermería, Patricia Domenech y una amiga planeaban irse de intercambio al extranjero. Cuando el covid-19 arruinó esos planes, decidieron en su lugar irse al extranjero a trabajar tras finalizar sus estudios. Que la elección fuera Noruega no fue una casualidad.

– Hablamos con alguien que había estado en Noruega a través de Ecura, y cuando oímos lo bien que hablaba de su experiencia, la decisión ya estaba tomada – cuenta Patricia.

Tras varios meses aprendiendo noruego en un curso intensivo con Ecura Care en Alicante, Patricia, esta amiga y 3 amigos más viajaron a Noruega para comenzar a trabajar en una residencia de ancianos en Romerike. No solo trabajaban en el mismo lugar, sino que también vivían juntos.

– Al principio era muy importante para nosotros vivir juntos – dice Patricia – y todos apreciamos mucho la consideración que nos mostró Ecura al tenerlo en cuenta. Nuestros contactos en Ecura se aseguraban de que estuviéramos bien tanto en el trabajo como fuera de él.

Me he sentido tan cuidada

El cambio al llegar a Noruega fue grande, a pesar de haber viajado con mis amigos.

– No solo teníamos que hablar noruego con los compañeros, pacientes y familiares, sino que también tuvimos que aprender procedimientos y rutinas completamente diferentes – cuenta Patricia. – Afortunadamente, nuestros compañeros fueron muy pacientes con nosotros y nos enseñaron las rutinas y muchas palabras técnicas nuevas.

Aunque todo era nuevo, no tardaron mucho en sentir que dominaban su nueva rutina.

– Creo que la forma noruega de trabajar con los pacientes funciona muy bien – dice Patricia. – En lugar de solo entrar a tomar muestras de sangre o hacer una técnica y luego irse, trabajamos más estrechamente con los pacientes y tenemos una visión completa de la situación y de su estado de salud.

Parejas noruegas

Cuando Patricia, después de casi un año en Romerike, cambió a un nuevo trabajo como enfermera domiciliaria en Trondheim, se trasladó al norte con dos de sus amigos. Los otros dos se quedaron porque habían encontrado pareja.

Antes de empezar en atención domiciliaria, Patricia y sus amigos recibieron una formación de varios días para familiarizarse con su nuevo puesto de trabajo.

– Eso nos dio seguridad como enfermeros a domicilio – dice ella – especialmente en la medicación, que es una parte importante del trabajo.

Y los españoles se sintieron muy a gusto en Trondheim. Había mucha gente joven trabajando en atención domiciliaria y lo pasaban muy bien tanto en el trabajo como en su tiempo libre. Además, conocieron a muchos otros enfermeros españoles que también trabajaban en Trondheim.

Cuando Patricia se mudó a Bergen después de un año, solo viajaron dos esta vez, ya que otro de sus amigos había encontrado pareja en Trondheim.

Despedida

En Bergen, Patricia ha trabajado tanto en centros sanitarios como en un equipo ambulatorio de cuidados. Renunció a su trabajo con nosotros esta primavera, pero sigue estando muy agradecida por el tiempo que ha trabajado con Ecura.

– Solo tengo cosas buenas que decir sobre Ecura – dice ella. – Siempre recordaré a Ecura como un empleador que nos cuidó cuando llegamos a Noruega, que se preocupó de que estuviéramos bien tanto en el trabajo como en nuestro tiempo libre y que nos hizo sentir escuchados.

Patricia también destaca la flexibilidad que tuvo mientras trabajaba para Ecura. El novio de Patricia vive en España, y el hecho de que pudiera periodos libres entre las asignaciones para viajar a casa y ver a su novio y a su familia fue importante para ella.

– Para mi, la libertad es importante – dice ella. – Y Ecura siempre lo ha tenido en cuenta.

Lucía, la aventureraLucía, la aventurera
Trabajar como enfermera en Noruega